Eugenio el genio
La lección de Cleto.
—¡Eugenio! Preséntese ahora mismo en mi despacho.
Eugenio dejó todo lo que no estaba haciendo y entró en el despacho del ministro de los genios.
—Dígame, señor ministro. Seguir leyendo…
No hay un culo que te quede mejor que el tuyo. Seguir leyendo…
“Cuidaíto” con lo que se desea, amigo Cleto. Seguir leyendo…